Estamos siendo espectadores de algo inaudito. De algo histórico. De unos daños colaterales profundos consecuencia de la una pandemia a nivel mundial del COVID19.
¿Pero cómo influye esto en mi empresa?
Pues te afecta directamente. Nos afecta a todos, como sociedad en primer lugar y por tanto a nuestros hábitos de consumo. A nuestra necesidades individuales y colectivas. Al modo de relacionarnos. De divertirnos, de consumir. De vivir.
No nos engañemos estamos viviendo una crisis. ¡Una crisis qué alarmistas! Sí, una crisis. Porque una crisis no es algo malo, como siempre asociamos. Una crisis es un cambio, un cambio que nos llega por algo negativo en este caso, una pandemia, pero que nos puede resultar beneficioso si sabemos jugar nuestras cartas y estamos preparados para evolucionar. Si no reaccionamos, nuestra marca, nuestra empresa estará contagiada de COVID19 y ya veremos si sale de la UCI.
Madre, mía esto va ser un desastre…
No, vamos a ver. No seamos negativos. Olvida las noticias del tele, los malos rollos de las cosas de las redes sociales. Corta. Así no se funciona. Date una ducha con jabón de optimismo y limpia tu coco de todo ese chapapote mental pegajoso, que te lastra e influye negativamente, que te bloquea y solo te empuja dejarte llevar por la corriente, pensando en que nadar puede ser una buena opción… para flotar y llegar más lejos.
Por eso, empieza desde que termines este artículo (termínalo, créeme que puede ayudarte) a pensar con luminosidad y con la mente libre de cargas de negativas.
Bien ha dado usted el primer paso, buffff ¿qué alivio no? Vale, y ¿ahora qué doctor? El siguiente paso es autoexaminarse. Diga 33.
El COVID no es como un yogur
Como empresa, debemos pensar por delante. No quedarnos en el hoy. Debemos tener una estrategia de marca y comunicación pensando en que esta situación no tiene fin sino que es un principio de lo que viene. No es como un yogur, no caduca. Debemos no abandonarnos sino apostar por construir marca y actualizarnos digitalmente con una estrategia sólida y con visión de futuro. Para empezar, pregúntate:
¿Cómo está la salud de mi marca hoy en día?
La imagen de tu empresa la creaste hace unos años y no las has revisado. Has funcionado, de un modo más menos “casero” pues en su día no tenías recursos, o no le diste la importancia necesaria. La web, tres cuartos de lo mismo. Al igual que vas al gimnasio para sentirte bien y verte mejor físicamente, o luces tus mejores galas para una cita, tu marca debe ser la mejor expresión de la salud de tu empresa. Porque es lo que tus clientes perciben de ti.
Un restyling, una actualización de tu logotipo, una revisión de los servicios que ofreces, del público al que te diriges, del tono que empleas… del rebranding de los materiales de comunicación, tu firma de correo electrónico, de tu tarjeta de visita… hasta del diseño de tu hoja de factura. Todo eso cuenta muchas cosas de ti.
No podemos abandonarnos o acostumbrarnos. Y más ahora. Es en estos momentos, de cambio donde debes evolucionar tener más a punto que nunca la imagen de tu empresa. Solo así le transmitiremos a todos nuestros públicos, clientes actuales y potenciales que somos una empresa que goza de buena salud (aunque se esté pasando por momentos delicados) nunca se debe dar esa imagen. Y no, no nos ahogamos por la corriente, sino que salimos reforzados. El momento de mirarse el ombligo y preguntarse ¿en qué puede mejorar mi imagen corporativa?
Reinvéntate
Dale un giro a lo que haces, oriéntalo hacia las nuevas necesidades del mercado. Una tienda on-line, una comunicación eficaz en Redes Sociales o una campaña de radio para hacer una oferta de algo muy concreto pueden ser vías. Rompe con lo has hecho siempre, olvídate de la rutina, porque lo de siempre ya no funciona del mismo modo. Eso era antes. Ahora es distinto. Evoluciona y saca partido de la crisis.
En caso de que hayas creado un nuevo servicio o empresa a raíz de esta situación, un naming poderoso, sonoro, memorable es la base para que nuestro branding cuyo punto de partida sea un logotipo que nos represente es la primer clave del éxito. Sobre todo, que llegue a tu púbico. Apuesta por ello, vas en buen camino.
Cuenta con profesionales
A menudo, lo barato sale caro. Odio las frases hechas pero esta es muy acertada. Has leído la primera parte de este artículo y lo tienes claro sí, vas a autoexaminarte y pensar en qué puedes mejorar. Bien. Detectas cosas que están flojas. Tu marca, que te hizo un amigo, o el hijo de tu vecino, que en ese momento estudiaba no se qué… y la web… lo mismo. Son ejemplos, pero a la orden del día.
No es el caso de todas las empresas, por nuestra experiencia también tenemos clientes que nos llegan con marcas y webs desarrolladas años atrás por profesionales. Cuando digo años, digo muchos años. Renovarse o morir, vaya, segunda frase hecha que nos viene al pelo.
Y para finalizar te damos algunos consejos para que empieces a valorarlos cómo afrontar este cambio:
1. Actualiza tu imagen
2. Mejora tu visibilidad web
3. Da un nuevo enfoque a tus servicios
4. Adapta tu actividad a la tecnología
5. Apóyate en las Redes Sociales
6. Fideliza a tus clientes
7. Capta nuevos clientes
8. Trabaja acciones o valores responsables con la sociedad
Los profesionales podemos ayudarte, porque somos expertos en detectar esas necesidades que puedes tener y ofrecerte un enfoque externo totalmente profesionalizado que puede ayudarte a ver con claridad cuáles son los siguientes pasos a dar para mejorar la salud de tu marca. Sí, lo sabemos. Estás pensando en el mayor freno, los recursos con los que la empresa cuenta para ello, está claro. Pero hay fórmulas para que eso que puede parecer impensable en estos momentos pueda llevarse cabo. Habla con nosotros, estaremos encantados de escucharte y de tratar de ofrecerte soluciones y hacer que salgamos reforzados de esta situación.